martes, 27 de noviembre de 2012

TELEVISIÓN


 Reflexión crítica acerca de la televisión y los niños y propuesta docente para convivir (o no) con esta tecnología dentro y fuera del aula.



Bajo mi punto de vista, la televisión es tan “buena” como “mala”. Podemos observar que esta tecnología tiene muchas ventajas, como pueden ser la emisión de programas educativos, el entretenimiento y la motivación de los niños (incluso útil en la escuela), hace llegar hasta el niño información de contextos muy lejanos, les acerca a otras realidades, hace volar su imaginación, … Pero, además de esto, tiene muchas consecuencias negativas, que tanto padres como docentes debemos tener en cuenta, tales como la transmisión de valores negativos o violentos, la falta de socialización, el niño es un objeto pasivo que simplemente recibe estímulos sin que exista interacción, falta de adecuación de programas para la edad de los niños o para el horario,…
Si bien, son muchos los peligros que afectan a los alumnos al ver la televisión, en mi opinión todos sus efectos negativos se pueden solventar de una forma muy sencilla: mediante el control de los padres. Si cuando un niño ve la televisión los padres están pendientes de la emisión que están viendo, no habrá ningún problema en cuanto a los contenidos que lleguen al niño, puesto que serán los padres los que decidirán si un programa es adecuado o no para el pequeño. Asimismo, son los padres los que deben controlar el tiempo que un niño pasa delante de la pantalla, puesto que el tiempo excesivo dedicado a esta es uno de los problemas más habituales, cosa que también recae en manos de los padres.
En mi opinión, es importantísimo tener en cuenta que debemos convivir con este medio, puesto que es imposible pensar en la exclusión de éste de la vida de los niños. Por lo tanto, lo que debemos hacer desde la escuela es dar una respuesta y no hacer como si el problema no existiera.
Como docentes, podemos colaborar, en primer lugar, utilizando de forma adecuada este recurso en el aula, puesto que siempre que la actividad esté correctamente programada su uso será beneficioso.  Por ejemplo, podríamos dedicar un periodo de tiempo de los días que se acuerden en la semana a utilizar este recurso, es decir, programar que todos los viernes se realiza una actividad de media hora con la televisión. De esta forma, además de beneficiarnos de este recurso en el aula, estamos concienciando a los niños de la importancia de utilizarlo el tiempo adecuado.
Asimismo, tampoco se debe obviar la existencia de la televisión fuera del aula, por lo que es mucho mejor transmitir unas pautas que hagan que la utilización de este medio sea la correcta. Tanto en asambleas como debates se podría hablar sobre este tema (tiempo que dedican a ver la televisión, programas o series que suelen ver, cómo reaccionan cuando papá o mamá les comunica que es la hora de apagarla,…). Mediante esta actividad y muchas otras podemos explicar a los niños cuál es la forma adecuada de utilizar este medio.

En relación a esto, dejo un enlace de una noticia sobre la Televisión en el aula, colocada en mi blog de Educación y Sociedad: Noticia sobre Televisión en el aula.

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